Algunos actores identifican la pérdida y desperdicio de alimentos como un problema en sí mismo para el país, la gran mayoría asocia su relevancia en relación a los potenciales efectos de su reducción, especialmente la mejora de la seguridad alimentaria. En este sentido, si bien se identificaron varias estrategias de reducción aplicables a diferentes etapas de la cadena de producción y comercialización de alimentos, la donación de alimentos tuvo un papel preponderante. Se identificaron cinco barreras para el funcionamiento de esta estrategia, que deben ser consideradas a la hora de evaluar su potencial impacto: el potencial fomento del consumo de alimentos no recomendados en poblaciones vulnerables, la falta de garantías en relación a la inocuidad de los alimentos donados, la potencial emergencia de mercado negro de alimentos a partir de las donaciones, la falta de protección de responsabilidad por donación de alimentos y la falta de incentivos económicos y regulación estatal para las empresas donantes. Sumado a estas, se identificaron barreras que enfrentan las organizaciones que captan y distribuyen las donaciones. Los resultados del presente trabajo sugieren que pesar de que la donación es una estrategia válida para la reducción de la PDA, deben tenerse en cuenta una serie de consideraciones relevantes al momento de su implementación en el país.
Financiando estudios, visitando consultorios, haciendo pasar publicidad por ciencia, Danone logró imprimir una preocupación y una supuesta solución en la góndola: los niños de todos los estratos pueden y deben…



